Un año más la mirada de los rocieros alcalareños se posaron en la bendita imagen de Nuestra Señora del Rocío, eran los ocho y media de la mañana cuando la Virgen se encontró con sus hijos alcalareños en la Plaza de Doñana.
Breves minutos pero muy intensos, lagrimas y emociones en una mañana única para el fervor rociero como es la mañana del Lunes de Pentecostés en la Aldea del Rocío.
Y tras esos bellos momentos se inicia el camino de vuelta, regresando a su sede canónica, la Parroquia de San Agustín, en la tarde del pasado miércoles, 30 de mayo. La Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Alcalá de Guadaíra cumplió de nuevo con la tradición de llevar su Simpecado hasta las plantas de la Reina de las Marismas.
Este año será mas corta la espera de ver a la Señora en las calles de la Aldea, ya que el 19 de agosto regresará, como manda la tradición, a su Pueblo de Almonte. Y será en ese lugar donde los rocieros alcalareños se volverán a encontrar con su baja mirada en la peregrinación anual del mes de diciembre. Manuel Pinto Montero