Rescripto de la Coronación canónica de la Virgen del Rocío, que encabeza el cardenal español Rafael Merry del Val y Zulueta, nacido en Londres en 1865, como arcipreste del Capítulo Romano de la Santa y Patriarcal Basílica del Príncipe de los Apóstoles de Roma, que concede la Coronación de la Virgen del Rocío, el 8 de septiembre de 1918, bajo el pontificado del Papa Benedictino XV. Lo firman Joseph Cascioli, canciller e instructor del expediente y Domingo Cancelar Broggi, secretario, aprobado el 15 de agosto del mismo año. Único documento original del expediente que se conserva en el archivo de la Hdad. Matriz, manuscrito en latín.
Santiago Padilla
RAFAEL, DEL TITULO DE SANTA PRÁXEDES, DE LA SANTA IGLESIA ROMANA PREBITERO CARDENAL MERRY DEL VAL, ARCIPRESTE DE LA SANTA Y PATRIARCAL BASíLICA DEL PRINCIPE DE LOS APOSTOLES. DE ROMA, PREFECTO DE LA SAGRADA CONGREGACIóN DE LA REVERENDA FABRICA Y DEL CAPITULO Y CANóNIGOS DE LA MISMA
AL EMINENTíSIMO Y REVERENDíSIMO SEñOR ENRIQUE ALMARAZ Y SANTOS, ARZOBISPO DE SEVILLA, EN ESPAñA, SALUD SEMPITERNA EN EL SEñOR A nuestro Capítulo, al cual pertenece el derecho y el honor de coronar las imágenes de la Madre de Dios celebérrimas por la antiguedad de su culto o por sus muchos milagros. Tú, Eminentísimo y Reverendísimo Señor, recientemente expusiste que era venerada en su iglesia, cerca de la villa de Almonte, de tu Archidiócesis, la preclara imagen de Nuestra Señora por el pueblo llamada NUESTRA SEñORA DEL ROCIO, la cual, así por la fama de sus prodigios como por la antiguedad de su culto, recibe constante y fervorosa veneración de la religiosa piedad de los pueblos circunvecinos. Por lo cual, llevado de singular afecto de devoción, con instantes preces, pediste que la celebérrima Imagen fuese decorada con aquella corona áurea, con que suelen ser coronadas por nuestro Capítulo las más prodigiosas imágenes de la Madre de Dios. Sabemos, además, que a tus preces asisten los votos del Reverendísimo Clero y del Excelentísimo Ayuntamiento de la dicha VILLA DE ALMONTE y de innumerables fieles. Así, pues. Nos, con empeño constante, cuando se trata de honrar a la Santísima Virgen, estamos siempre solícitos, con objeto de que en todas partes se le rindan agradecidos obsequios de la devoción de los pueblos, propicios a estas súplicas, congregados en el día 11 de agosto de este año en el aula Capitular, examinamos el memorial de petición referente a la extendida fama de milagros y del celebérrimo culto de esta sagrada Imagen. Por lo cual mejor casino en línea sueco, recibido primero el voto del Ilustrísimo y Reverendísimo Señor Decano de Nuestro Capítulo, favorablemente emitido en este asunto, porque Nos estamos ciertos de que aquella augusta Imagen reúne plenamente todas las condiciones y circunstancias que se requieren para la solemne coronación, por acuerdo unánime decidimos y mandamos, para mayor gloria de la Santísima Trinidad y para nuevo y singular decoro y honor de la Madre de Dios, que la Santísima Imagen de Nuestra Señora, llamada por el pueblo NUESTRA SEñORA DEL ROCIó, sea en solemne rito con diadema de oro coronada. La facultad de hacer esta coronación te concedemos a Tí, Eminentísimo y Reverendísimo Señor, y por las presentes letras te la conferimos, con objeto de que, el día que dispusiereis, convenientemente impongas la corona de oro en la sacratísima cabeza de la dicha Imagen, observando el rito que en tales ceremonias usamos, y si, impedido por cualquier causa, no pudieres realizarlo, te facultamos igualmente para subdelegar en otro constituido en dignidad eclesiástica.
Dado en Roma el día 8 de septiembre del año del Señor de 1918, del Pontificado de nuestro Santísimo Señor el Papa Benedicto XV año quinto.
José Cascioli, Canciller. Domingo Caney Broggi, Secretario