Preciosa fotografía realizada en la Romería de 1930. Junto al simpecado de la Hermandad Matriz de Almonte, en el pórtico de la vieja ermita, reciben a las Hermandades Filiales los almonteños. Ostentan las varas de la Hermandad, y curiosamente portan en sus cuellos la famosa medalla de pandereta, labrada en la década de 1920 con motivo de la Coronación Canónica de 1919.
En un principio el simpecado más viejo del Rocío de 1724, no era expuesto para recibir a las Hermandades, hasta que en la década 20 del siglo pasado comenzo a hacerlo. En los 80 se decide retirarlo ya que el simpecado en la ermita no debe tener protagonismo, estando la imagen de la Virgen en el altar de su santuario.
Javi El Almonteño