La Hermandad del Rocío de Ronda inició ayer domingo su peregrinación hasta la aldea de la Blanca Paloma en Almonte (Huelva). Los actos comenzaron a las diez de la mañana con una misa de romeros en la iglesia de Santa María la Mayor de Ronda.
A continuación, y como es habitual, se procedió a la despedida de la patrona en el Santuario de la Paz donde se hizo una ofrenda floral para pedir por todos los rondeños. Tras el recorrido por las calles de la ciudad, los romeros llegaron a al barrio de la Dehesa, donde los rocieros fueron agasajados por los miembros de la Hermandad de la Pollinica, que les ha acompañado hasta la salida de la ciudad.
Durante las pasadas semanas, los hermanos rocieros han preparado con esmero todos los detalles para afrontar el camino hasta la aldea almonteña.
Se ha preparado en casa de esta hermandad la comida necesaria y el tradicional caldo del camino, guardado convenientemente para que todo esté perfectamente conservado durante esos días.
Este año, la carreta del peregrino ha recibido una nueva capa de pintura. Además, las duchas y el motor que lleva el agua a las mismas también se ha arreglado.
Como cada año, los rocieros y rocieras de Ronda han emprendido su largo camino en honor a la Virgen de la Blanca Paloma deseosos de llegar a su destino.