Arte Sacro. Era el sábado 2 de octubre el elegido para realizar el Rosario de la Aurora con el Simpecado de la Hermandad del Rocío de la Macarena, acto previo a la peregrinación extraordinaria a la Aldea almonteña para visitar de nuevo a la Blanca Paloma.
Por momentos, el cortejo acompañado por el rezo de las estaciones y los cánticos del coro corporativo, convirtieron las calles de la feligresía de San Gil en una remembranza del mes de mayo, cuando España entera se convierte en camino de peregrinación hacia las marismas.
Los rezos también se dejaron oir en la Basílica Macarena que abrió antes sus puertas para recibir a la Hermandad vecina y ser parte de los hermanos que portan la insignia, cosa que realizó el teniente hermano mayor de la Madrugá.
Entre los muchos hermanos y afines que acompañaron al Rosario, miembros del Carmen de San Gil, reconocidos cofrades de San Lorenzo y, sobre todo, los cánticos que recibieron el alba matinal con sones rocieros.
Francisco Santiago