Es la incógnita de todos los años. Nadie lo sabe y sucede cuando el pueblo de Almonte, preso de la emoción, decide saltar la reja que da acceso al presbiterio. En los últimos años la tendencia viene siendo cada vez más temprana.
El año pasado ocurrió a las 2:32 de la madrugada, media hora antes que en 2007. Y es que los esfuerzos de la Hermandad Matriz por retrasar la entrada del Simpecado, además de solicitar a los almonteños que esperen, no están dando sus frutos, al menos hasta ahora.
Hay quien sueña con que la Virgen salga ya de amanecida, con las primeras luces del alba. «A ver qué sucede este año», dice un almonteño, «será cuando quiera la Virgen».
Sea a la hora que sea, la Virgen discurrirá, a hombros de los almonteños desde esta madrugada del lunes de Pentecostés por el recorrido habitual en la aldea, visitando una a una a todas las hermandades rocieras.
De este modo, las que tienen sus casas de hermandad dentro del itinerario de la procesión recibirán a la Virgen en sus propias puertas, mientras que el resto se ubicarán con sus respectivos simpecados en los lugares específicos del recorrido para ser visitadas por la imagen.
Momentos muy emotivos e intensos, como sucede siempre, se vivirán cuando la Blanca Paloma visite la casa de sus camaristas o cuando llegue a la casa hermandad de la Matriz, en la que numerosos hermanos lanzan una gran lluvia de pétalos.
Cuando la Virgen entre en el santuario y se le cante la salve, comenzará el camino de vuelta de treinta y cuatro hermandades filiales. Mientras tanto, esta noche la aldea se iluminará por la luz de las velas y de las bengalas de las filiales que harán procesión por delante del santuario. Después, se desvelará la incógnita.