«Ni la crisis impide que hagamos el camino». Así de exultante se mostraba ayer Juan Perea Jurado, el hermano mayor de Sevilla Sur, en la salida hacia la aldea del Rocío de la primera de las corporaciones de la capital. Y es que la acuciante situación económica se ha dejado notar sobremanera este año en todas las hermandades.
Con doce remolques menos que el año pasado, quinientos romeros iniciaron un año más, y van veintiséis, el camino hacia la aldea desde el barrio del Tiro de Línea. Tampoco ha podido la crisis con las ilusiones de una hermandad que, nueve años después de iniciar el proyecto, sacó ayer completada con los faldones repujados en plata la carreta del Simpecado. Una imponente obra de orfebrería de los Hermanos Delgado que tiene la peculiaridad de ser la única que lleva canastilla, y que fue estrenada el año pasado.
Tras la misa de romeros en el templo de San Juan de Ávila presidida por el cardenal arzobispo de Sevilla, fray Carlos Amigo Vallejo -en la que ensalzó el valor de la familia en los rocieros y bendijo la carreta al salir concluida-, quedaba entronizado a las nueve de la mañana entre salves, sevillanas y vítores a la Blanca Paloma el Simpecado de Caro con la Plaza de España como símbolo del barrio.
Un barrio, ayer, que se fue para la aldea con Fernando Fernández, hermano mayor durante seis años, en el balcón del cielo. Un lazo negro en uno de los candelabros de la carreta lo recordaba.
Al son de los campaniles de la carreta donde van representadas cinco vírgenes sevillanas -la Hiniesta, la Estrella, la Encarnación, la Victoria, la Paz y las Mercedes- iba recorriendo las calles del barrio encontrándose con los niños del colegio que lleva el nombre de la dolorosa de Santa Genoveva, que tanta vinculación tiene con la hermandad rociera al haber convivido durante años en la misma parroquia. Una Salve infantil despidió a los romeros de Sevilla-Sur. Precisamente el director de este centro, Manuel Bermudo Parra -hermano mayor de San Benito-, hace el camino con esta hermandad.
En el último de los campaniles, la Virgen de Valme, regalo de la Asociación Rociera de Montequinto, cuyos romeros acompañan año tras año a la filial de Sevilla-Sur.
Entre las personalidades que acudieron en este día grande para el barrio sevillano, además del cardenal, estaba Juan Ignacio Zoido -portavoz del PP en el Ayuntamiento- y Rosamar Prieto Castro, la delegada de Fiestas Mayores, que presidió, con bata rociera incluida, la salida de la hermandad hasta el Cuartel de Eritaña.
A media mañana y tras incorporar en la Feria las treinta y cinco carriolas que acompañarán al Simpecado, abandonaba la ciudad por el puente de Juan Pablo II destino a Lopa, la primera parada. Cuarenta kilómetros por delante en la jornada más dura para esta filial. La aldea ya se siente. Con las lágrimas a flor de piel, por sevillanas se añora estar delante de la Blanca Paloma. Cuando así sea, el Tiro de Línea rezará «Salve Rocío / Salve Señora / eres tu nuestra Esperanza / y a tus plantas Sevilla Sur te canta / Salve Rocío».
Primeras salidas desde Sevilla (Canal Sur)