I
Llorando lo están diciendo
las arenas del Rocío.
El sol le dijo al campo,
la flor se lo dijo al río.
Ay, que se va la Paloma
y el nido quedó vacío.
Y en el torbellino
de noche y relente,
fogatas y pinos,
la lleva su gente
por viejos caminos.
II
No quieren irse del cielo
la luna blanca y la aurora;
el sol se asoma impaciente
porque sabe que es la hora
de que descubran el rostro
de la divina Pastora.
Y en el alba clara
tronar de escopetas,
el pulso se para,
la gente está quieta
pa verte la cara.
III
Almonte, que suerte tienes,
contigo está la Pastora.
Que se paren los relojes,
que no señalen las horas
que Ella es vida y esperanza
pa el que ríe y pa el que llora.
Tu pueblo te vela
te entrega sus flores,
te quema sus velas,
te dan sus amores
las pobres abuelas.
IV
El aire se quedó quieto,
al sol le brilla la cara,
la arena se hizo de oro,
el agua se hizo más clara,
y derrocharon perfumes
tomillo, romero y jara.
Y el Coto bravío
se llenó de aromas
de flores y níos
porque la Paloma
ya vuelve al Rocío.