I
El Cachorro nunca ha visto
ni Sevilla ni Triana
sólo ha visto los balcones
y las tejas de la Cava.
Sólo ve a los saeteros
y a las blancas espadañas;
él no ha visto nunca el río
ni el barrio de sus entrañas.
ESTRIBILLO:
Porque mira el cielo azul
de esta tierra mariana
que busca en su cara la luz;
malas «puñalás» gitanas
quien te clavara en la cruz.
II
El Cachorro nunca ha visto
ni Sevilla ni Triana,
sólo ve las golondrinas
volando entre las campanas
de esa torre tan flamenca
que corona un Giraldillo;
el Cachorro nunca ha visto
el Barrio de El Baratillo.
Recitado:
Qué duende tuvo en sus manos
quien esculpió tu figura,
qué martinete de gubia,
qué soleares hechuras,
qué siguiriya tus ojos,
qué tiento con más dulzura
el de tu boca espirando
soniquetes de amargura
en tu mimbre canastero,
y en tu cuerpo la tortura
de redimir por nosotros
mirando siempre a la Luna.
Qué duende tuvo en sus manos
quien tuvo esculpió tu figura.
III
El Cachorro nunca ha visto
ni Sevilla ni Triana
pero en la Plaza del Triunfo
habla con la Inmaculada,
entre palmeras de Alcázar
y suspiros de Mezquita…
y en el Arco del Postigo
nunca vio la Capillita.
IV
El Cachorro nunca ha visto
ni Sevilla ni Triana,
él sólo ve por los ojos
de su abuela Santa Ana,
de su madre Patrocionio,
lazarilla la Giralda,
nazarenos, costaleros
y trianeros de casta.
Es una aportación de EL POETA PATATERO.