I.-Déjame que me despierte
donde sólo vea el campo;
que se escuchen las perdices
en sus jaulones cantando.
Argollas en la cal blanca
y pilones en los patios,
guadarneses de monturas
¡que huelen siempre a caballo!
II.-A los chiquillos nos gusta
el levantarnos temprano,
y al campo nunca le huimos
ni en invierno ni en verano.
Nos gustan las cacerías
días de liebres y galgos,
y llevar al mismo son
las caras de los caballos.
III.-Que no me quieran cambiar
mis costumbres y maneras
ni mi forma de vivir,
porque mi alma es campera.
Que no hay amigo más bueno
¡ni que mejor te comprenda!,
que un caballo es un amigo
y además te lo demuestra.
IV.-¡Cuánto sabe de la vida
el que se cría en el campo!,
con el temple y la nobleza
que le van dando los años.
Con el sudor de su frente,
y el trabajo de sus manos…
El campo es lo más bonito
y yo por nada lo cambio.
¡Cómo me parió mi madre…!
¡Como me enseñó mi padre…!
¡Como me crió mi abuelo…!
Tengo más suerte que nadie
¡porque he nacío campero!
Enviada por: Marta Núñez