Se apagó la luz del templo
y entre penumbras quedaste…
tu cara color canela
rompiendo el perfil del aire,
cimbrearon las siluetas
de tus flores un instante,
y mil veces te dije GUAPA
centinela entre varales.
Tan solo quedó los sones
de velas que chirriaban…
y envidiaba al negro hierro
de la reja que te guarda,
soñé con ser tu corona,
…de tu torre las campanas…
o quizás la brisa fresca
del lunes por la mañana.
Rompió el silencio relinchos
de potros por las Marismas…
y el viento que sesteaba
por las tejas de tu ermita,
fue tan grande ese momento
que no olvidaré en la vida,
escalofríos por dentro
sentires como aquel día.
Partió la luna las sombras
que entraban por los cristales…
destellos de luz divina
la plata de sus varales,
que no se despierte el niño
que está acunando su madre,
tiene los ojos rendíos…
de estas to el día en la calle.
La ermita llena de arena
sin flores ya en el altar…
su cara la mas morena,
del sol que le había pintao
cuando estuvo en las arenas
Enviada por: Oscar Gómez