Recitado:
Quién Sevilla, ave fuera para verte desde arriba, tímida y plata al alba, radiante y colorista a mediodía, intimista y miel al ocaso. Duende y misterio al anochecer tus calles.
Golondrina, tú que vuelas
los cielos de la mañana;
dime si es verdad que el río
es una cinta de plata.
Si los puentes son cordones
que están uniendo dos almas;
si en repiques de campana
se despierta la Giralda.
Y a la madrugada, golondrina…
y a la madrugada,
vuela a su casa y me dices
cómo está ella de guapa.
Ya verás cómo allí a oscuras
sin piropos… sin plegarias…
sigue siendo la más bella
mi Macarena del alma.
I
Con el alba me despiertan
maitines y campanillas,
plegarias que van al cielo
y un “Dios te salve, Sevilla”.
Ay conventos sevillanos,
bellos palomares blancos;
bollitos de Santa Inés
y yemas de San Leandro.
ESTRIBILLO:
Soy de Sevilla,
delirio de poesía,
y alegre de rama en rama
con mis trinos voy cantando
por sevillanas.
II
Mediodía sevillano,
derroche de “colorío”;
buscando las sombras frescas
por sus calles me he “perdío”.
Y le pregunto a la fuente,
a la rosa y al jilguero:
-¿dónde estará el paraíso,
si en Sevilla tengo el cielo?-.
III
Cuando el sol se va poniendo
mi plumaje se engalana
y presumo sobre el río
hasta llegar a Triana.
Una moña de jazmines
como una suerte torera
yo le coloco en el pecho
a Carmen la cigarrera.
IV
La noche pone a Sevilla
un manto lleno de estrellas,
una Giralda de plata
(y) callejas de Luna llena.
Ay Plaza de San Lorenzo
donde mi nido colgué
pa´darle los buenos días
a Jesús del Gran Poder.
Es una aportación de EL POETA PATATERO.