I
Después de verte
por los caminos
yo seré siempre
tu peregrino
II
Entre una nube de polvo
a la luz de las candelas
adivinando tu cara
va la gente rociera
III
Un techo de flores blancas
le pone Almonte a su reina
pa’ que pasee por tus calles
una mañana agosteña
IV
La aurora rompe la noche
y tu cara se ilumina
el cielo arde en Almonte
por su pastora divina
Estribillo:
Le tengo envidia a las flores
que llevas en tu sombrero
por estar toda la noche
acariciando tu pelo