En la encrucijada me encuentro y no sé
que senda tomar,
me acuerdo de ellas y no sé siquiera
a quién quiero más…
En mi pensamiento repito mil veces:
«la voy a dejar»
y luego – en sus brazos – me siento juguete
de su voluntad…
En mis amarguras maldigo la hora
que la conocí
y en los paraísos de su piel morena
– loco – me perdí…
En la encrucijada me encuentro cautivo
por una pasión
que es luz de mi vida y a veces amarga
desesperación…
Estribillo:
Son dos puñales,
una es madre de mis hijos,
la otra es mi amante,
díme qué espina me arranco
que mi corazón no sangre.
Enviada por: J.S. Morales