I
Esta niña viene tarde,
no tiene novio ni «na»;
¿por qué saldrán los chavales
rompiendo la «madrugá»?.
Madre, tienes que acostarte
que yo quizá llegue tarde,
ay, no me esperes «levantá».
Dile bajito a mi padre
que ya soy mayor de edad.
ESTRIBILLO:
Con lo bonito que era
salir con la luz del día
y recogerse temprano,
vuelves a la «amanecía»
y sin novio de la mano.
II
Dejé mi vida en el tiempo
con tal de hacerte feliz
y ya no me entra ni sueño
cuando andas por ahí.
Madre, tienes que acostarte
que en esta noche hace frío,
ay, no me vayas a esperar.
Soy ave que deja el «nío»,
tengo que aprender a volar.
III
Se está perdiendo la gracia
del beso al atardecer
y la ilusión que encerraba
aquella primera vez.
Madre, tienes que acostarte,
no importa la oscuridad,
qué más da la oscuridad
si están llenas de chavales
las calles de «madrugá».
IV
Yo soy junquito en el río
que ve el agüita correr,
yo tengo un sueño «perdío»
que vuelve al amanecer.
Madre, tienes que acostarte
que yo quizá llegue tarde,
ay, no me esperes «levantá».
Hija, no vengas muy tarde
aunque seas mayor de edad.
Es una aportación de EL POETA PATATERO
(elpoetapatatero@hotmail.com)