I
Después de varios días
de largo caminar
vienen los de La Puebla
con flores de humildad.
Que traen los cigarreros
en prueba de su amor
el lirio de los campos
y la espiga de arroz,
y la roja amapola
y ese grito que dice:
-¡viva la Blanca Paloma!-.
II
De los huertos del río
que llegan hasta el mar
llevamos al Rocío
la flor del azahar.
Amantes corazones
que vienen a ofrecer
guitarras y canciones
y ramos de laurel
que Tu frente coronan,
y ese grito que dice:
-¡viva la Blanca Paloma!-.
Es una aportación de EL POETA PATATERO
(elpoetapatatero@hotmail.com)