I
La abuela viene este año
muy sola por las arenas,
la de la alegre sonrisa,
la de las ganas de huerga…
Se le fue su compañero
a las marismas eternas.
ESTRIBILLO:
Pero la abuela,
con la mirada «perdía»
entre los cielo`y la tierra,
sigue dejando su fe
en la senda marismeña.
II
Llevaba para ayudarse
una vara del camino,
enaguas con dos volantes
y un mantoncillo pal`frío,
la pena de su semblante
y una estampa del Rocío.
III
A solas con su recuerdo
la abuela va caminando;
cubría con un pañuelo
su pelo ya casi blanco
del polvo de los senderos
y del paso de los años.
IV
¡Ay, cómo echamos de menos
la gracia de sus cantares!…
No toca la pandereta
ni baila por los pinares;
que la abuela sólo encuentra
momentos para rezarle.
Es una aportación de EL POETA PATATERO.