I
Esta tarde se casa mi niña,
yo no sé si reírme o llorar.
Anda, peluquera
no la pongas más guapa que está,
venga ya que su novio la espera,
que en mis brazos la lleve al altar
que está el cura encendiendo las velas.
Al pasar ha “mirao” pa´su cuarto
y un poquito se ha puesto a llorar;
sin querer le ayudaban mis brazos
a salirse del nido y volar.
ESTRIBILLO:
Esta noche no sé si dormirme
o sentarme un ratito a esperar,
o pedirle mil vece´a la Virgen
que sin mí no le falte de «na».
II
Con qué arte le daba la abuela
lo poquillo que pudo juntar.
A su madre no la encuentro,
déjala que razones tendrá
«pa» volverse a su cuarto un momento;
no sabrá si reírse o llorar,
está loca con el casamiento.
Y su hermana ha «doblao» un vaquero
que hace un rato en su cuarto dejó
y otra vez se ha «mirao» al espejo
para ver lo que tanto soñó.
III
Esta tarde no sé qué decirle
cuando venga a abrazarme el chaval.
Puede que le diga
que si ha dicho que si en el altar
que la quiera como el primer día
y si no que la vuelva a dejar
como siempre a la verita mía.
O será suficiente el abrazo
por la vida que van a empezar
y brindar con un golpe de vasos
porque en casa ya hay uno más.
IV
En el quicio de la casa-puerta
las vecinas por ver cómo va.
Ellas que de niña
en el patio la vieron jugar
y en sus faldas la han visto «dormía»
no sabrán si reírse o llorar
cuando salga de blanco «vestía».
Y hasta el cura ha «encendío» otra vela
cuando ha visto lo guapa que va
y una nube de arroz en la puerta
me decía: -tu niña se va-.
Es una aportación de EL POETA PATATERO.