Sé que a la Blanca Paloma
le gusta que a verla vaya,
y que la lleve en mi pecho,
con orgullo en la medalla,
y que le encienda las velas
que haga promesas y rece
que en su altar le ponga flores
y que le cante mil veces.
Pero la Virgen no quiere
Tener su Imagen Bendita
grabada en los ceniceros
ni ver al pie de su ermita…
un negocio rociero.
Sé que a la gente le gusta
traer cosas de recuerdo
fotos, postales y cuadros
con la Virgen de sus sueños,
“pa” que bendiga la casa
con su carita Divina,
el pecado es que aprovechen
este filón de la mina.
Hasta yo misma he “comprao”
lo que en mis versos critico
un encendedor, un plato,
un llavero, un abanico,
y aparte de este comercio
si no te importa el derroche
por cuarenta mil pesetas
te alquilan casa una noche.
Tú que la ves cada dia
y que la tienes tan cerca,
y rezando Avemarías
te arrodillas en su reja,
pregúntale alguna tarde
mientras te va sonriendo:
“A Ti Virgen del Rocío…
¿te gusta lo que estás viendo?”
Y te dirá con tristeza,
tan solo con una frase,
recuérdala rociero:
“Si no vendes a tu Madre…
¿Por qué a la Reina del Cielo?”
C1 Mi m, Si7, La m, Re7, Sol,