Hoy salgo en libertad
después de mi condena
y he visto que en la calle
a mí nadie me espera.
Se fueron mis amigos,
se fue mi compañera
y me dejaron solo,
solito con mi pena…
Lentamente camino
por entre las callejas
por si acaso la brisa
aclara mis ideas.
Necesito una mano
y el mundo me la niega,
¡que triste es no ser libre
aunque no tengas rejas!…
Hoy salgo en libertad,
hoy rompí mis cadenas,
hoy volveré a soñar
con una vida nueva.
Pero, al tender la mano
a mi amigo de siempre
ha seguido sus pasos
y ha fingido no verme…
Si un día tropecé
ya cumplí mi condena,
hoy solo necesito
que alguien me comprenda.
Necesito una mano
y el mundo me la niega,
¡que triste es no ser libre
aunque no tengas rejas!…
Estribillo:
Libre,
no quiero ser libre,
quiero volver a mi celda,
que no quiero que mi sueño
– de libertad – se me muera.
Enviada por: J. Sánchez Morales