I.-
Se ha «enamorao» la luna
de un lucero marismeño,
y por las noches lo busca
en las marismas del cielo.
¿Habéis visto a mi lucero?,
le preguntó a las estrellas,
y las estrellas dijeron,
cruzando el Coto Doñana
con Cádiz va de romero.
II.-
La luna se echó al camino
andando tras de sus huellas,
y por la noche cansada
se sentó en una candela.
¿Habéis visto a mi lucero?
le preguntó a las candelas,
y las candelas dijeron,
cantándole al «Simpecao»
hace rato que lo vieron.
III.-
Almonte espera impaciente
para saltar a por Ella,
y luchando entre el gentío
la luna llegó a la reja.
¿Habéis visto a mi lucero?,
le preguntó a un almonteño
que le dijo sonriendo,
mira su luz en la cara
de la Reina de los Cielos.
IV.-
A un guiño de la Señora
la luna subió a su vera.
Para postrarse a sus plantas,
para quedarse con Ella.
Y cuentan que un peregrino,
oyó decir a la luna,
no hay dicha mayor ¡Dios mío!
que ser guardián del lucero
que es mi Virgen del Rocío.
Enviada por: José Luis