I
No le tengo envidia a nadie
aunque el dinero le sobre;
peregrino y andaluz
yo nunca me siento pobre.
ESTRIBILLO:
Y además tengo la suerte
de empaparme la camisa
entre arenas y varales;
almonteño y rociero,
«pa» que quiero más caudales.
II
No le tengo envidia a nadie,
de mi tierra el mejor vino,
el mejor de los fandangos
con mi gente en el camino.
III
No le tengo envidia a nadie,
salto la reja el primero
y entre vivas y promesas
mi corazón rociero.
IV
No le tengo envidia a nadie,
en las marismas mi cielo,
en la ermita está mi gloria
y en la Virgen mi consuelo.
Es una aportación de EL POETA PATATERO