Un sabio se volvió loco.
Con su esencia y su saber.
Un sabio se volvió loco.
No quería comprender
que los sabios saben poco
cuando quieren a una mujer.
Dinero…
que bonito es vivir en la sierra…
aunque no ganes dinero…
encontrarme a mis amigos…
mi escopeta y «cuatroperros»…
y mi morena conmigo.
Nadie lo sabe cantar
el fandango de Valverde,
nadie lo sabe cantar,
lo cantan los zapateros
cuando van a trabajar,
con mucha gracia y salero.
Los testigos…
a un tribunal la lleve…
me faltaron los testigos…
señor juez no la robe…
que ella se vino conmigo…
la culpa la tuvo el querer.
Colora…
yo recogí de un camino…
una rosa colora…
cuando la fui a acariciar…
y me «hirío» con sus espinos…
por eso estaba tira.
.
.
.
El sol.
Soy amigo de la noche.
A mí no me conoce el sol.
La noche es amiga mía,
porque la noche es amor
y oculta la hipocresía.