Oleaje de ilusiones
a la orilla de la reja.
En un éxtasis de amores
cautivados corazones;
todo un pueblo me corteja…
Almonte satisface sus pasiones
sudando amores, huérfanos de quejas.
Descontando los momentos,
sabes Padre que es bien cierto
que quiero sentir la gloria;
y a hombros de mis hijos almonteños
otro Pentecostés se vuelve historia.
Acabando está el Rosario
en la Plaza de Doñana.
Pronto llegará a la Ermita,
tradición en alma escrita,
el Sin Pecao de Almonte…
y entonces pisaré arenas benditas
hasta que el sol despunte al horizonte.
Y a las puertas de mi casa,
saber que el tiempo no pasa,
como quieren mis romeros…
me acercaré al Pocito y la Marisma,
la Aldea volverá a ser como el Cielo.
Cuando nazca la mañana
cumpliré miles de sueños.
A dos pasos de Doñana
las palmas por sevillanas
me llevan de puerta en puerta;
veré felicidad en cualquier mirada
tan sólo por poder sentirme cerca.
Viviré las emociones
de fervores y oraciones,
llenas de amor verdadero;
y como en mis soñadas ilusiones
acunaré a mis niños rocieros.
Mírame bien a la cara
mi romero peregrino.
Tú, que sufriendo desvelos
vienes buscando consuelo,
traes abiertas las heridas…
toca mi manto y cumple con tu anhelo,
convierte así tu pena en alegría.
Yo se que por vez primera
has venido, rociera,
y mis hijos te han metido;
a cambio sólo piden que me quieras,
jamás olvidarás este Rocío.
Navegando entre el gentío
he sentido escalofríos
cuando pude ver que me mirabas
y que tus ojos me hablaban;
sentí tu Gloria en mi primer Rocío.
Enviada por: GentedePaz1940