I
Hablaba quien me llevaba
siempre de luna mengua.
Siempre de luna mengua
de aquella carreta blanca
escuchaba los ejes por el arenal
como el carretero a los bueyes llamaba
al pasito lento de aquella hermandad.
Que mi madre a mi me llevó por la arena
a verla salir, a verla salir
a tenerla «mu» cerca cerquita de mí
mi corazoncito latía por ella
al son rociero de aquel tamboril.
Dentro de la gloria misma
me llevó por la marisma
y dentro de su persona
yo sentí el primer viva
viva la Blanca Paloma.
II
Mi cuna fue una carreta
mi madre me amamantó.
Mi madre me amamantó
y los bueyes mecieron la cuna
mientras la cigarra una nana cantó
me quedé dormio al lao de las dunas
llegó el cohetero y me despertó.
Yo aprendí a andar en aquel camino
cogiendo el carril ay el carril
gateando en el surco era tan feliz
mi padre a mí me bautizó con vino
y peregrino con él me sentí.
Al lao de la gloria misma
me llevó por la marisma
y al lao de su persona
yo le di el primer viva
viva la Blanca paloma.
III
Mi abuelo a mi me cortaba
una vara del eucaliptal.
Vara del eucaliptal
y a su verita yo andaba
agarrao a su mano y en cada «para»
del Rocio viejo siempre me contaba
que había menos gente y más hermandad.
Es que yo me ponia sus zajones
él me enseñó a rezar con amor,
a ensillar un caballo, a tener devoción,
a que a veces también llora un hombre
y que perdonando se gana el perdón.
Al lao de la gloria misma
me llevó por la marisma
y al lao de mi persona
él le dio el último vivia
viva la Blanca Paloma.
IV
Por eso soy rociero
de la cabeza a los pies.
De la cabeza a los pies
me tiembla «to» el cuerpo entero
y soy carretero al amanecer
soy como la Salve del tamborilero
y el sol mañanero que la viene a ver.
Con mi cabecita sólo en ella pienso
mi hombro la lleva, mi pecho es la fe
mis pies a su vera me traen atra vez
y poe seo yo me siento rociero
de la cabeza a los pies.
Dentro de la gloria misma
me llevó por la marisma
y dentro de su persona
yo sentí el primer viva
viva la Blanca Paloma.
Enviada por: INMA