Y XI. EL ROCÍO DE LA ESPERANZA
Por las arenas del alma
se va acabando el camino…
Yo quise decir su nombre
y me vacié al decirlo…
Por las arenas del alma,solo me queda dar gracias a Dios por la vida,por haberme puesto en la senda más perfecta que existe para llegar a Él,a través de su Madre de las Rocinas.
Gracias a mi querida Hermandad del Rocío de Dos Hermanas,por haber confiado en mí,para esta honrosa tarea, de ser mero intercesor,entre Ella y sus hijos rocieros.No penséis que este Pregón ha sido mío;ha sido el Pregón que Ella nos ha regalado a todos este año,a mí el primero.Y el año que viene nos regalará otro,y otro el siguiente…
Gracias al Coro de la Hermandad,¡al mejor Coro que canta en el Rocío!,-no de ahora,sino de siempre-,por haberme dado tanto.¡Impagable!Jamás podré corresponderos de igual forma.¡Sois grandes!
Gracias a todos los aquí presentes en cuerpo o en alma;espero que este mensaje rociero,os sirva para algo en adelante,que salgáis a Los Jardines con ganas de Rocío y de camino,y que vayáis por la vida,como lo que sois:Hijos de Dios,y rocieros por su gracia.
Y con la satisfación del deber cumplido,como el carretero que posa la carreta en la puerta de la Parroquia,para dejar a nuestro bendito Simpecado de nuevo en su casa…,me encuentro con el último Peregrino…el más humilde.Como esos peregrinos antiguos de alpargatas y cigarro…Aquel, que un 14 de junio de 1993,como solo hacen esos peregrinos de ley,llegó a su ermita,como paloma blanca,mensajero de Dios,y allí detuvo su vuelo.Derecho se fue hasta Ella,y de rodillas le habló…Hemos intentado en estos años,”quitarnos el polvo del camino”,como nos dijiste,pero nos sigue quedando mucho;nos queda mucho Rocío puro para llenarnos el alma.
Han pasado los años,y aquel Peregrino, hoy es SANTO.Aquel Peregrino rociero, humilde y sencillo,como tantos que van a verla cualquier tarde de invierno en su ermita;amigo de los pobres como Santa Angela de la Cruz a quien subió a los altares en la tierra de María.Aquel que nos dejó para siempre su mensaje de PAZ,Y DE AMOR A DIOS,a las puertas mismas de su Santuario.
Vayan para él,estos últimos cohetes,esta última copla…,este último viva para un gran rociero eterno, ¡y SANTO!…
Viniste al Rocío,peregrino…
Con ropa blanca igual que una carreta…
Al verte, la marisma quedó quieta…
¡Grande el anhelo y largo tu camino!…
Quisistes que su altar fuera el destino
y ante sus pies la Salve más secreta…
¡Rociero de Dios!¡Firme veleta!
¡De la Virgen por siempre, ya vecino!
Dejaste en la arena el suave aroma
de Dios…,allí por siempre,en lo profundo…
Y cada día tu sombra allí se asoma.
¡Hoy eres Santo, Juan Pablo Segundo!…
¡Y hoy suena junto a la Blanca Paloma:
“QUE SEA ROCIERO TODO EL MUNDO!”
HE DICHO.
13 de Noviembre de 2013.
Enviada por: MARTA NUÑEZ
