I
Ya el camino no es camino,
qué poca marisma queda.
Ya no paramos en Tornero,
cortaron su vieja senda
porque su dueño no quiere
que le molesten sus tierras
ni carretas ni caballos,
ni reunión rociera.
ESTRIBILLO:
Pero yo voy a seguir
mientras que quede una senda
a la orilla del camino
«arraigá» a mis costumbres,
haciendo de peregrino.
II
Ya el camino no es camino,
qué poca marisma queda.
Están cortando los pinos
igual que la mala yerba;
atrás quedó en el olvido
el paso de la cigüeña,
sus chumberas, su pinar
y el nombre de su veleta.
III
Ya el camino no es camino,
qué poca marisma queda.
Ya no rizan su corriente
las aguas del río Quema
ni los fresnos centenarios
donde se echaba la siesta,
ofrecen sombra y cobijo
a los que van de promesa.
IV
Ya el camino no es camino,
qué poca marisma queda.
Están vallando la raya,
esa raya polvorienta;
por los caminos de siempre
no se atascan las carretas
ni ya florecen los lirios
ni los ciervos corretean.
Es una aportación de EL POETA PATATERO.