Mi alma es un Simpecao
que lleva grabá tu cara,
siempre te llevo conmigo
y tu amor siempre me ampara.
Al repicar sus campanas
la torre de la Mezquita
te digo la misma salve
que te rezo allí en la ermita.
El río Guadalquivir
dice que su agua es la misma
que refleja tu figura
en medio de la marisma.
Paloma que está en el cielo,
aquí llega tu fragancia
porque sé, Rocío y Madre
que pa tu amor no hay distancia.
Ven conmigo en el camino
no me sueltes de la mano
pa que yo, con alegría,
sepa dársela a un hermano,
y que cantando con fe
andemos por los senderos
como buenos cordobeses,
como buenos rocieros.
Rocío,
Pastora,
Blanca Paloma y Señora,
Reina del corazón mío.