I
Necesito ver tus ojos,
Señora,
notar en tus labios rojos
esa sonrisa de aurora.
Y que tu Pastor Divino
me dé fuerzas y alegría
para poder cada día
ir haciendo mi camino.
ESTRIBILLO:
Acércate un poco,
ven, consoladora,
porque si te toco
yo me vuelvo loco,
Señora.
II
Yo soñé con este instante,
Señora,
y al tenerte ahora delante
quisiera parar las horas.
También sé que has «deseao»
que pasaran las semanas
y llegara esta semana
para mirarme a Tu «lao».
III
Con mi alegría y mi pena,
Señora,
me vine por las arenas
antes de asomar la aurora.
Y al rezarte con mi canto
y al decirte mi cariño,
me ha sonreído Tu Niño
y en mis ojos brotó el llanto.
IV
Soy rociero y cristiano,
Señora,
y el Pastor me da en su mano
esa gracia bien hechora
«pa» sembrar amor sincero
mientras me dure la vida;
y será mi despedida
gritar que fui rociero.
Es una aportación de EL POETA PATATERO.
- Autor
- J. G. de Quevedo/J. M. Moya
- Intérprete
- Los Romeros de la Puebla
- Album
- A caballo por la feria
- Año
- 2001