I
El río Guadalquivir
en Sanlúcar se despierta
con un corazón gitano
que en Triana le pusieran.
Ay río de orillas verdes,
ay río de espuma y yerba,
ay río de blanco espejo
donde las matas se peinan.
ESTRIBILLO:
Pero quiero «morí» aquí;
que mi cuerpo sea «enterrao»
cerca del Guadalquivir.
II
Un baile de gaviotas
en su cielo se recrea
mientras la noche en su playa
se duerme con la marea.
Dicen «olé» los sarmientos,
los pámpanos y las cepas,
el sombrajo del camino
y las murascas de seda.
III
Por el aire salinero
hasta Sanlúcar se acercan
todos los cantes valientes
desde «Cadi» a Trebujena.
Echa el resón, marinero,
que mi barco aquí se queda
mientras las aguas del río
resbalan desde la sierra.
IV
Un quite de antología
y una estocada certera,
un nombre por bulerías:
Sanlúcar de Barrameda.
Embiste torito fiero
a mi capotillo grana,
el que bordó con esmero
la mano de mi gitana.
Es una aportación de EL POETA PATATERO.
(elpoetapatatero@hotmail.com)