I.
Mi padre fue carretero,
y fue guiando sus bueyes,
a Cuarto con la Señora
caminaba lentamente…
Y mi madre me llevó
con pocos años al Rocío,
ella me hizo rociero
¡ella me enseñó el camino!
II.
Dos medallas me dejaron
pa’ que me guardaran siempre,
un cordón azul y grana
y otro cordón blanco y verde.
Para desandar con ellas
dos caminos diferentes,
uno hasta el cerro de Cuarto
y otro a la marisma verde.
III.
Que son dos caras distintas
pero con igual dulzura
que te quitan ‘toas’ las penas
los pesares y amarguras.
Y detrás de sus carretas
solo se siente alegría,
¡qué más da por carretera
o surcos de arena fina!
IV.
Mis padres siempre quisieron
que no hubiera distinciones,
que María solo es una
¡que dan igual los colores!
Que en mayo fuera romero
de la Pastora de Almonte
y que en octubre rizara,
pa’ nuestra Valme sus flores.
Y en mi corazón,
llevo conmigo,llevo conmigo,
dos nombres ‘entrelazaos’
¡Valme y Rocío!
Enviada por: MARTA NUÑEZ