I
Que yo la he visto dormir
y no le quise rezar,
mi dio miedo hasta de hablarle
no la fuera a despertar
ESTRIBILLO
El Pastor, como es Dios,
no tiene sueño
y bajando la voz
me contaba la fe y el amor
de sus almonteños.
II
Huele a relente y a cera.
Hay luna en la «madrugá»
y en el silencio y la noche
miro lo guapa que está.
III
En su sueño, dulcemente,
la Pastora sonreía.
Soñaba con la marisma
en días de romería.
IV
El pueblo duerme tranquilo,
la Virgen duerme serena,
el Niño y yo nos miramos
y sonreímos apenas.