I
Vente, niña, “pa” mis mares,
hechos con agua de amor.
Podrás dormirte tranquila
sobre la espuma templada,
siempre habrá una blanca luna
iluminando tu cara.
II
De vez en cuando una nube
bajará sobre tu cuerpo,
desatando con bravura
una tormenta de besos.
Una tormenta de besos,
con gotas enloquecidas
por acariciar tu cuerpo,
por recorrer tu cintura
camino de tus adentros.
III
El arco iris de la vida
verás en el firmamento,
y llorando de alegría
se estremecerá tu cuerpo.
Se estremecerá tu cuerpo,
gritarás con agonía
desafiando a los vientos,
y volarás cada día
entre los mares y el cielo.
IV
Cuando del sueño despiertes
y se callen las campanas
de las olas transparentes
donde tu cuerpo flotaba.
Donde tu cuerpo flotaba,
querrás dormirte de nuevo,
sentir la espuma templada
y que esa noche de ensueño
se haga inmensamente larga.
Estribillo I, II y III:
Y para cuando despiertes
pondré olas con campanas,
y un cielo siempre celeste
con la brisa perfumada
acariciando tus sienes
de durmiente enamorada.
Estribillo IV:
Del sueño me he despertado,
fui corriendo a mi ventana
y estaba el mar enfadado,
no había olas con campanas
ni el aire era perfumado.
¡Mira si soñando estaba!
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