Y VOLÓ.
Sonaba el tamboril,
por las calles de Triana…
aunque me quería ir,
ese año me quedaba,
mientras te veía a ti,
amigo que te alejabas…
Con tu cinta en el sombrero, con los amigos de siempre;
anhelando los senderos,
entre los pinares verdes;
detrás de nuestra carreta
te alejabas lentamente.
Y voló,
y mi corazón voló,
se me echó por los caminos…
y metido entre los pinos al Simpecao le cantó.
Y voló,
y mi corazón voló,
y se me fue con el alba…
con la gente de Triana
hasta el Rocío llegó.
Con cohetes mañaneros
se despertó el altozano,
y cantaban los romeros
detrás de su Simpecao,
y yo me quedaba atrás
a mi medalla ‘agarrao’.
No apartaba de mi mente,
ese camino ‘soñao’,
esa carreta de bueyes
que se iba de mi ‘lao’,
Triana y su buena gente,
mi corazón se han ‘llevao’.
Jorge
No hay forma de oírla en ningún sitio.