La característica alegría andaluza ha llenado a lo largo del día de hoy el santuario oscense de Torreciudad de cantos, palmas y “vivas” a la Virgen del Rocío. Varios centenares de devotos de la Blanca Paloma han acudido a la convocatoria de los Amigos Rocieros de Torreciudad de Sevilla, el Colegio Tajamar de Madrid, la Hermandad Rociera de Sabadell (Barcelona), la Casa de Andalucía de Lérida, el Centro Andaluz de La Llagosta (Barcelona), el Centro Cultural Andaluz de Tarragona y el barrio de Gaudí de Reus (Tarragona), junto a familias de Zaragoza y de Huesca.
La mayoría de los peregrinos se han concentrado a las 10’00 h. de la mañana en El Tozal (El Grado), y con los estandartes rocieros llamados “Simpecados”, han iniciado a pie el recorrido de 4 kilómetros hasta el santuario. “No es como el Camino del Rocío, que dura varios días” –ha explicado Carlos Hidalgo, Presidente de la asociación Amigos Rocieros de Torreciudad y organizador del evento desde hace 19 años- “pero hemos querido participar de algún modo de ese mismo espíritu”.
A un kilómetro del santuario, en el Crucero, les esperaba la imagen de la Virgen, a la que han portado en andas rezando el Rosario hasta llegar a la explanada, entre avemarías y canciones acompañadas por guitarras y tambores. El volteo de campanas ha resonado durante la procesión hasta el interior de la iglesia, en cuyo atrio ha habido un emotivo encuentro con la Virgen de la Puerta (Perú). Los peregrinos de esta advocación sudamericana también celebraban hoy su encuentro en Torreciudad.
A las 13’15 h. se ha celebrado la Santa Misa, en la que los cantos litúrgicos han corrido a cargo del Coro de la Hermandad Rociera de Sabadell, y han finalizado entonando la popular “Salve rociera”. Tras la comida de hermandad se han sucedido diversos bailes y canciones, y por la tarde han recibido la Bendición con el Santísimo y han despedido a la imagen de la Virgen del Rocío, que regresaba a su lugar en la Galería de Advocaciones Marianas del santuario.