Los niños estaban ayer ilusionados y probablemente no sabían que la procesión que cada año celebra su colegio por estas fechas ha estado a punto de suspenderse. Y no era por la lluvia, sino por la decisión de la Junta de Andalucía. En la Delegación Provincial de Educación no ven con buenos ojos que un centro público, y que entienden laico, lleve a cabo actos religiosos porque, según dicen los padres del CEIP Julio Caro Baroja, en Guadalmar, "nos dicen que pueden ser ofensivos para los alumnos que profesen otra religión o no crean en Dios".
"Definitivamente hemos perdido los papeles", decía ayer Belén García, secretaria del Ampa, encargada de organizar la procesión junto a la profesora de Religión, "clase a la que asiste el 95% de los alumnos", señala. Según informa esta madre, esta procesión infantil se lleva a cabo desde hace 14 años. "El pasado, el inspector de la zona nos indicó que no era conveniente que se siguiera haciendo. Este año preguntamos y nos repitieron que no celebráramos la procesión", añade.
Los padres consideran que esta procesión sirve para que los niños conozcan su cultura y una de las principales tradiciones de Málaga.
"Por supuesto que la Semana Santa tiene un componente religioso esencial, pero forma parte de nuestra tierra también por otras cosas", agrega esta madre, que no entiende cómo por un lado se fomenta el valor de la multiculturalidad en las aulas y, sin embargo, se pretende vetar cualquier tipo de celebración que tenga que ver con la cultura de Málaga. "Esta Navidad, sin ir más lejos, tampoco hemos podido montar el belén", añade. Y sin embargo, los de Infantil se disfrazan por Halloween y el colegio se decora con calabazas.
En la procesión de ayer participó la mayoría de los niños del colegio, incluso los extranjeros y los que profesan otra confesión. Lo mismo ocurre, por ejemplo, en otra procesión infantil que se celebra desde hace 15 años cada Viernes de Dolores por las calles del Centro: la que organiza el colegio Prácticas número 1, que se distingue, precisamente, por la multiculturalidad. "En nuestra procesión participan con total naturalidad hasta los alumnos musulmanes", destaca Isabel Álvarez, jefa de estudios. Este centro tiene hasta su propia banda de cornetas y tambores y las imágenes se llaman Jesús de la Paciencia y la Virgen de los Niños. "De momento, nadie se ha dirigido a nosotros para prohibirnos la procesión", dice.
Otra procesión infantil de gran tradición y que organiza otro colegio público es la del Bergamín. Ésta es quizás las más veterana de todas.
Los padres no entienden cómo, por un lado, los representantes públicos de la Junta censuran este tipo de celebraciones en los colegios, pero después, cuando hay elecciones, estos mismos políticos, del mismo partido que gobierna en Andalucía, se prodigan en las procesiones y hasta dan toques de campana.
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