Un Traslado inédito de la Virgen del Rocío en 1896 por Santiago Padilla

La festividad grande del Rocío Chico de este año marca también la cuenta atrás inexorable del próximo traslado de la Virgen del Rocío a su pueblo de Almonte, que se verificará el día 20 de agosto de 2019. Desde que el rito se institucionalizara ya avanzado el siglo XX, en el año 1970, fijando su materialización invariable, cada siete años, el tiempo ha tomado un significado singular en Almonte, que hace de cada traslado un año jubilar para todos. Con este cambio radical de registros se daba respuesta a los avances de la humanidad para defenderse de los desafíos de las grandes calamidades públicas de antaño (sequías, epidemias, guerras….); pero también, a la necesidad de establecer mecanismos de control por parte de la Hermandad Matriz, y a la notable complejidad organizativa creciente de sus preparativos, que no permiten ya su improvisación como en circunstancias pretéritas.

Sus marcas en la piel de nuestro destino común, cuando eran otras señales y otros motivos los que los provocaban, nos alumbran muchos momento críticos de la historia de los almonteños y de su entorno más o menos próximo. En ese afán por reconstruir esa cartografía histórica devocional; sobre los primeros trabajos de investigación de Juan Infante Galán (1971), se han firmado tres monografías que han abordado esta temática, permitiendo avanzar progresivamente en su conocimiento (Álvarez Gastón, 1977; López Taillefert,1998 y Flores Cala, 2005). Lo cierto, es que investigaciones recientes (Mayo Rodríguez, Revista EXVOTO, 2012), nos confirman que no tenemos aún el atlas completo de este rito multisecular, hoy sin fronteras, que en agosto de 2012 movilizó a más de un millón de almas, según fuentes oficiales.

En estos días, en los que las redes sociales de muchos devotos de la Virgen señalan insistentemente ese anhelo que es agosto de 2019, hemos tenido ocasión de identificar un traslado, hasta ahora inédito, utilizando como fuente la prensa, usada por vez primera por Flores Cala en 2005. Se trata de la  Venida de la Virgen que se produjo en abril de 1896 por motivos de sequía, y que no fue un hecho aislado, tal y como constatamos con otras devociones marianas. Es el caso de la Virgen de la Fuensanta, patrona de Murcia, de la que nos dice el diario conservador, La Correspondencia de España, publicado en Madrid el día 24 de abril de 1896: “Mañana, probablemente, acordará el ayuntamiento pedir al cabildo la traída de la Virgen de la Fuensanta, desde su eremitorio de la sierra, para hacerle rogativas, en demanda del beneficio de la lluvia”. O la Virgen de la Fuencisla en Segovia, que según el diario madrileño, La Iberia, había movilizado a 6000 almas en la procesión en rogativas llevada a cabo, ante “la angustiosa situación que vivía el campo.

Lo llamativo no es que de la noticia se hiciera eco el diario La Provincia de Huelva del día 20 de abril, constatando que la Virgen ya se encontraba en Almonte, y añadiendo que de los pueblos limítrofes llegaban devotos “en romería”. Lo notable es que sus ecos llegaron también a Madrid, a la portada del diario, El Movimiento Católico, del día 24 de abril, en el que se afirmaba: “ La venerada imagen de Nuestra Señora del Rocío, que se venera en el Santuario de su nombre, término de Almonte, ha sido trasladada a dicha villa, donde dará comienzo una novena en su honor impetrando termine la sequía”. La pregunta es inevitable: ¿Es la primera vez que un traslado de la Virgen a Almonte es noticia nacional?. Provisionalmente, la respuesta  es afirmativa, señalándonos un nuevo estadio divulgativo en la progresión de este rito de siglos.

Santiago Padilla.
Publicado en el diario ABC de Sevilla, el día 19 de agosto de 2018, fiesta del Rocío Chico.